
TÍTULO: GRAMÁTICA FÁCIL
- JUGANDO CON LAS PALABRAS -
NÚMERO DE PÁGINAS: 266
COMPRENDE:
A. Estudio pormenorizado de DOCE MIL PALABRAS de nuestra lengua
por sus terminaciones. Grupos y porcentajes obtenidos con las doce
mil palabras estudiadas
B. Diccionario de rimas y modo de buscarlas.
C. Ata (45 palabras): alcayata, alpargata, azafata...
Aje (57 ): abordaje, almacenaje, aprendizaje...
Ibo, ivo (118) : ablativo, abortivo, abusivo...
Oso (73): aceitoso, acoso, acuoso..., etc., etc.
D. COMPENDIO GRAMATICAL: MORFOLOGÍA, SINTAXIS (Oraciones
simples y compuestas), EJERCICIOS (más de cien oraciones
explicadas)
E. VERSIFICACIÓN: ESTROFAS
¿Tu has pensado en las palabras?, ¿has reparado en su hechizo?; ¿o,
quizás, has pasado olímpicamente de ellas, siendo, como son,
el vehículo del pensamiento, el instrumento para comunicarse con los
demás?
¡Qué maravilla! Sólo el hombre posee este don. ¿Tu
sabes de alguien más que lo posea?, ¿que escriba cartas a un
amigo, por ejemplo? Cada palabra, sin duda, es un milagro.
Unas son cortas, monosilábicas -te, sol, luz-; otras talludas
-clarividente, maratoniano, tridimensional-; unas comienzan por
vocal -espacio, oxígeno, asma-; otras por consonante -mesa,
barco, trípode-; muchas -"cobra", "cabra", "cobre"-
se parecen en su forma, pero no significan lo mismo; "grande" y "pequeño" encierran
conceptos opuestos; "sol", "montaña", "patria", "mar"... ¡qué de
sentimientos sólo con evocar sus nombres! "Hay palabras
que hieren más que espadas", dijo Burton. ¿Qué tienen
las palabras?, ¿qué magia es la suya? "Más
vale una palabra a tiempo que cien a destiempo", señaló Cervantes. "Cuando
has soltado una palabra, ésta te domina; cuando no la has
soltado, eres su dueño y señor", reza un proverbio árabe.
Me levanté con la obsesión de mis amigas las palabras.
Las contemplaba abstraído cuando, de pronto, reparé en
sus finales, como colas de lagartijas. Así pasé largo
rato. ¡Cuántas terminaciones diferentes! "¿Se
habrá detenido alguien a contarlas?", me pregunté intrigado.
Busqué en gramáticas, en otros libros, y no pude
saciar mi curiosidad. "¿Habrá más palabras
agudas que llanas?, ¿más llanas que esdrújulas?, ¿y
en qué proporción?
Así empecé mi trabajo: Cogí un diccionario
y entresaqué mil, dosmil, cincomil palabras, diezmil, ¡qué tesoro
en mis manos!; cuando tuve docemil conmigo pensé que ya
eran suficientes para mi estudio o propósito: -1254 de ellas
empezaban por "a"; -550 por "b"; -1208 por "c";
-86 por "ch"; -543 por "d"; -952 por "e";
-381 por "f"; -317 por "g"; -293 por "h";
-464 por "i"; -121 por "j"; -2 por "k";
-398 por "l"; -22 por "ll"; -604 por "m";
-185 por "n"; -2 por "ñ"; -105 por "o";
-1543 por "p"; -55 por "q"; -613 por "r";
-689 por "s"; -817 por "t"; -115 por "u";
-531 por "v"; -3 por "x"; -32 por "y",
y -115 por "z".
Con este arsenal ingente, del que había descartado los nombres
propios, tecnicismos, barbarismos y vocablos de poco uso, formé tres
grupos: uno con las palabras agudas; otro con las palabras llanas
o graves, y el tercero con las esdrújulas.
Así, contando, contando, pude saber que había 3155
de las primeras; 7500 de las segundas, y 1345 de las últimas.
O, lo que era lo mismo, que de las docemil palabras de mi estudio,
el 26'3% eran agudas; el 62'5% eran llanas, y el 11'2% eran esdrújulas.
Palabras agudas...... 3155 ..... 26'3 %
Palabras llanas........ 7500 ..... 62'5 %
Palabras esdrújulas. 1345 ..... 11'2 %
____________________________
Totales.................. 12000 ..... 100 %
============================================
Ya no tenía que buscar en libros. Lo había descubierto
yo, y eso me llenaba de orgullo. Ya sabía que en mi lengua
castellana o española había más palabras llanas
que agudas, y más agudas que esdrújulas.
De las agudas, quise saber pronto cuántas terminaban en
vocal y cuántas lo hacían en consonante. A lo mejor,
no tenía importancia, o no servía de mucho; pero
yo quería saberlo. La aventura de descubrir por mí en
el campo de la lengua, me impulsaba a continuar.
Y, contando, contando, llegué a la conclusión siguiente:
De las 3155 palabras agudas:
74 terminaban en vocal: dominó, chimpancé...
14 terminaban en diptongo: buey, convoy...
3063 terminaban en consonante: laúd, balcón...
4 terminaban en dos consonantes: ring, yogurt...
_____
3155 palabras
Lo que suponía que:
-Las agudas acabadas en vocal, representaban el 0'61% del total
de palabras;
-Las palabras agudas acabadas en consonantes, representaban el
25'52%;
-Las palabras agudas acabadas en diptongo, representaban el 0'11%,
y
-Las palabras agudas acabadas en dos consonantes eran sólo
el 0'03 por cien de las 12000 palabras de mi trabajo.
Satisfecha mi curiosidad, se abría ante mí otra nueva
interrogante; pues, conforme avanzaba, veía que me encontraba
con demandas nuevas: Quise saber entonces, claro, de las palabras
agudas terminadas en vocal, cuántas lo hacían en "a",
cuántas en "e", en "i", en "o" y
en "u". Era apasionante. Ya no podía volver atrás,
y menos detenerme. Me sentía como a las puertas de un jardín
frondoso donde podía a voluntad retroceder o seguir y contemplar
panoramas inéditos.
Las agrupé de nuevo y las conté. Así aprendí que
de las 74 palabras agudas terminadas en vocal, 11 lo hacían
en "a", 21 en "e", 27 en "i", 6 en "o" y
9 en "u"; o sea, que las más numerosas eran las
acabadas en "i" -alhelí, carmesí...-; que
seguían las acabadas en "e" -café, chimpancé...-;
en "a" -acá, ojalá...-; en "u" -champú, ñandú...-;
y por último en "o" -dominó, landó...-
Que en porcentajes era:
Acabadas en "i"....... 0'22% del total de palabras
Acabadas en "e"....... 0'17% "
Acabadas en "a"....... 0'09% "
Acabadas en "u"....... 0'07% "
Acabadas en "o"....... 0'05% "
¿Y las palabras agudas terminadas en consonante? Había tantas
-3063- que a punto estuve, lo confieso, de abandonar la empresa: metal, furor,
ajedrez... "¿Por dónde empezar?" Estuve mucho tiempo
observándolas atentamente. "Como hay tantos verbos", me dije
al fin, "¿por qué no separarlos?". Y, así, formé dos
grupos con ellas:
Verbos -infinitivo en ar-er-ir- ... 1281... 10'67%
Resto de palabras ...................... 1782... 14'85%
total.............................................3063
De estos verbos pude saber que:
854 eran de la 1ª conjugación -andar, jugar....- 7'11%
185 eran de la 2ª conjugación -coger, temer....- 1'54%
242 eran de la 3ª conjugación -sufrir, escribir.- 2'01%
____
1281 verbos
¡Qué felicidad la mía cuando descubrí que había
más verbos de la primera que de las otras dos conjugaciones juntas!
Antes de averiguarlo, yo hubiera pensado que había el mismo número
de verbos en uno y otro grupo; quizás que en la primera había
más verbos que en las otras dos; pero que en la tercera conjugación
había más verbos que en la segunda, no se me hubiera ocurrido.
Y ahora lo podía asegurar con la certeza de lo evidente.
Por no cansarte más, te diré, resumiendo, que con
el resto de palabras agudas -1782-, terminadas en sílaba
inversa -vocal más consonante-, formé todos los grupos
habidos y por haber; el más numeroso de ellos era el de
las palabras terminadas en on (407) -balón, dimisión...;
le seguían los grupos de palabras acabados en al (331) -metal,
hospital...; en ad (266) -autoridad, soledad; en or (184) -dolor,
clamor...; y, a mucha distancia, los terminados en ez (66) -ajedrez,
nitidez...; en in (60) -jazmín, botiquín...; en an
(59) -azafrán, refrán...; hasta llegar a grupos de
sólo tres palabras: ed -merced, pared, red-; de dos: oj
-boj, reloj-, o de una: oc: -bloc-; ut: -vermut-.
Supe que el número de palabras agudas terminadas en diptongo
era poco significativo: 7 en ey -buey-; 3 en ay -fray-; 2 en oy
-convoy; 2 en uy -muy.
Y que las palabras agudas acabadas en dos consonantes eran escasísimas:
Sólo 4 (jazz, ring, vals, yogurt) en las docemil palabras
estudiadas.
Finalizado el grupo de las agudas, me encaré con las palabras
llanas, graves o paroxítonas. Me miraban altivas, desafiantes. "¡Atrévete!",
parecían decirme. "¿Por dónde empezar?",
pensé. Porque si agudas había 3155 palabras, el grupo
de las llanas era de 7500. Ojeé sus terminaciones en una
primera aproximación: barrio, biblia, claustro... "Imposible,
me rindo". En nada estuve de claudicar. Las palabras, delante,
se reían de mí abiertamente. "¡Qué iluso!",
me pareció escuchar. Las abandoné. Pero volví enseguida.
Las miré de nuevo; y volví a dejarlas. Así estuve
unos días. Hasta que, por fin, les planté cara, y
empecé a agruparlas con más paciencia que Job.
Cuando las hube distribuido por sus terminaciones, me sentí satisfecho
aunque cansado. Había, créeme, 931 terminaciones
distintas. Como lo oyes: 931 terminaciones diferentes en las 7500
palabras llanas de mi estudio: béisbol, casa, marisco... ¿Podía
poner orden en mi torre de babel? No se rendían las palabras
así como así. Querían aburrirme o probarme.
Mas yo, tozudo, continué. Después de muchas horas
de mirar y remirar los 931 grupos o terminaciones distintas, observé con
júbilo que unas empezaban por vocal -cable, agrio...; otras
por diptongo -auge, baile...; y otras por sílaba inversa
-ministro, senda-. No era poco reducir las 931 terminaciones a
sólo tres grupos. Pensé que estaba en el buen camino. "¿Cuántas
hay en cada uno?", me pregunté en seguida. Y conté de
nuevo. Había 5408 de las primeras (45'06% del total); 97
de las segundas (0'80%), y 1995 de las terceras (16'62% del total).
¿Había llegado a alguna conclusión? Pensé que no.
Saber que unas terminaciones empezaban por vocal, que otras empezaban por diptongo
y que otras empezaban por sílaba inversa era un gran paso, pero no el
definitivo. De cada grupo había que hacer ahora muchos, muchísimos
subgrupos.
Y empecé con el primero.
Para no ser fatigoso, te diré que obtuve los siguientes
subgrupos con las palabras llanas cuyas terminaciones empezaban
por vocal:
1º vocal más vocal -aldea...
2º vocal más sílaba directa -mesa...
3º vocal más sílaba directa con diptongo -barrio...
4º vocal más sílaba directa con diptongo más "s" -caries-
5º vocal más sílaba doble -cable...
6º vocal más sílaba doble con diptongo -biblia...
7º vocal más sílaba mixta -cáliz...
En el 1º había 322 palabras en 10 terminaciones diferentes
En el segundo 4071 " 232 " "
En el tercero 688 " 100 " "
En el cuarto 1 " 1 " "
En el quinto 203 " 52 " "
En el sexto 11 " 10 " "
En el séptimo 112 " 85 " "
Lo que daba un total de 5408 palabras y 490 terminaciones distintas.
¿Y las esdrújulas? ¿Qué me depararían las
esdrújulas?
Con las palabras reunidas por sus terminaciones, yo tenía
las rimas. Había construido un DICCIONARIO DE RIMAS. Ahí es
nada, tener todas las palabras terminadas en "ajo", en "ez",
en "ónico" o en "istro". Absolutamente
todas. Ahora podría versificar sin esfuerzo.
-¿Y cómo encontrar el grupo de palabras deseado?
-Ya tengo la solución: Disponiendo las terminaciones por
orden alfabético y colocando a su lado el número
de la página donde se encuentra cada una.
Y así lo hice: Las MIL CUATROCIENTAS ONCE TERMINACIONES
las dispuse por orden alfabético: a - ab..., y junto a cada
una puse el número de su página. Esto me llevó tiempo;
pero, como veía el final, no me detuve hasta haberlo alcanzado.
Por si podía ayudarte más, añadí a
mi trabajo de rimas, un APENDICE DE GRAMATICA, elemental quizás,
pero bastante extenso, donde se encuentran datos de interés,
referidos siempre a nuestra lengua castellana. Cuando hube terminado,
lo pasé en limpio y lo di a la imprenta.
Así nació el libro que tienes en tus manos. Sólo,
ya, por mi parte, desearle suerte, y a ti que te sirva de provecho.
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